La espera no es un tema cualquiera, y menos cuando se da en un bar, una cafetería o un restaurante. Los clientes esperan ser atendidos, tener la comida servida en la mesa, tener una comida apetitosa y buena. Los clientes, o muchos o algunos, lo quieren todo a su medida.

- Oye, ¡que llevamos media hora esperando!
- Disculpen, ¿media hora ya?
- Vamos esto es increible
- Igual mire el reloj, porque hace nada le dije a la mesa de arriba que habían sido muy puntuales, y eran las 9:30, así que aún no llegan a los diez minutos de espera.
¿Sabe que pasa? que las expectativas que ponemos en las cosas nos frustran, y hasta vemos la realidad de una manera diferente, y encima nos pone de mal humor, o nos enfada, o nos da rabia...
Igual mejor disfrutar de lo que significa estar en una mesa, disfrutar del tiempo y el compartir con los otros.

Y así es, la espera desespera a algunas personas, por pequeña que sea. Esperamos lo que creemos que debe ser, y terminamos con alguna versión de lo que es la frustración.

Y esto.... es un continuo que se ve tras la barra de un bar, incluso cuando la gente está en vacaciones

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